¡APeBo estalla! El padre del ministro de Defensa torturó a uno de sus dirigentes

La Agrupación Periodistas Bonaerenses (APeBo) expresó su "repudio absoluto e institucional" al rol que tuvo el genocida Roque Presti, padre del actual ministro de Defensa, Carlos Presti, en la persecución, secuestro y tortura del dirigente peronista Javier Herrera durante los años más oscuros del Proceso de Reorganización Nacional.

Herrera, integrante de APeBo y ex preso político, decidió reconstruir públicamente ante Diario Gran La Plata los hechos que vivió y que, durante décadas, permanecieron ocultos tras expedientes militares y pactos de silencio.

Su relato vuelve a poner bajo la lupa la responsabilidad directa de Roque Presti, uno de los cuadros represivos de la dictadura, recientemente mencionado en causas judiciales por secuestros y tormentos.

Según narró Herrera, su calvario comenzó mientras trabajaba en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en el área de Tesorería, y participaba de una mutual de empleados.

A partir de la desaparición previa al golpe de la esposa y las 2 hijas del suboficial con quien mantenía relación institucional y la detención de compañeros del servicio, él y otros trabajadores decidieron buscar respuestas ante el clima de terror que se extendía.

Tras acudir sin éxito a referentes justicialistas y luego al propio jefe de la SiDE en La Plata, intentaron ser recibidos en el Regimiento 7 de Infantería.

Allí, el grupo fue retenido durante horas en condiciones cada vez más restrictivas. "Pasamos de ser visitantes a estar vigilados como sospechosos", recordó Herrera a Diario Gran La Plata.

Esa misma tarde, un camión de la Infantería de la policía bonaerense los encapuchó, esposó y trasladó a la UDI 60, donde permanecieron como desaparecidos.

Herrera señaló que uno de los responsables directos del circuito represivo en La Plata era Roque Presti, quien tuvo participación en su secuestro y en los tormentos que padeció durante su cautiverio clandestino.

Recién el 1 de agosto fue trasladado a la Unidad 9, donde permaneció 5 años detenido, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

"Sobreviví por un acto de resistencia y de Dios", afirmó a Diario Gran La Plata, recordando que incluso fue identificado por un vecino peluquero mientras estaba detenido clandestinamente, lo que permitió que su familia se enterara de su paradero.

Con el traslado posterior a Chaco, luego a Caseros y la visita de la Cruz Roja Internacional, recién en 1980 recuperó la libertad.

Para APeBo, el testimonio de Herrera adquiere una gravedad mayor en el contexto actual, donde el hijo del represor (Carlos Presti) asumió la conducción del Ministerio de Defensa.

"Es un retroceso democrático enorme que alguien con este linaje político-familiar, sin haber tomado distancia explícita de los crímenes de su padre, ocupe un lugar que debe garantizar nunca más estas violaciones a los derechos humanos", afirmaron desde la organización.

Herrera también expresó preocupación por el clima político y social que se vive. "Nunca más tiene que ser para todos, pero muchos que hablaban de eso hoy están escondidos", señaló, destacando que solo referentes como Estela de Carlotto mantienen firme la defensa de la memoria y la justicia.

También advirtió sobre la movilización de los familiares de detenidos recientes que enarbolan pañuelos negros, una señal para él "sumamente peligrosa".

APeBo, conducida por Eduardo Rubeo, decidió respaldar públicamente el testimonio de Herrera y denunciar el peligro institucional que implica relativizar, minimizar o encubrir a quienes participaron del aparato represivo.

La agrupación remarcó que este tipo de relatos deben permanecer vivos para impedir retrocesos y para recordar que el terrorismo de Estado no fue un exceso aislado, sino un plan sistemático con responsables concretos, entre ellos Roque Presti.

"Contar esto no es fácil, pero es necesario", cerró Herrera a Diario Gran La Plata. Y concluyó: "Porque si duerme el pueblo, la historia vuelve".