Escandalo
Ya son 48 las muertes por fentanilo contaminado: la crisis sanitaria se extiende en todo el país y tiene su epicentro en La Plata
24 de Junio de 2025

La crisis sanitaria desatada por el uso de ampollas de fentanilo contaminadas no da tregua. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional difundido por el Ministerio de Salud, la cifra de víctimas fatales asciende a 48 personas en todo el país. El foco de la tragedia se encuentra en La Plata, pero ya se registraron afectados en múltiples provincias argentinas.
Mientras la Justicia Federal avanza con una investigación que involucra a los laboratorios Pharma Group S.A. y Ramallo S.A., se siguen sumando nuevos casos reportados por centros de salud públicos, privados y de obras sociales. La investigación judicial intenta determinar cómo fue que se distribuyeron lotes contaminados del potente analgésico, en principio utilizado en pacientes internados por otras patologías.
El informe oficial detalla que los fallecidos pertenecían a 11 de los 19 centros sanitarios que informaron casos relacionados al brote. La mayoría de las víctimas son hombres mayores de 70 años, y todos recibieron dosis de los lotes identificados por la ANMAT como contaminados. Las ampollas presentaban presencia de bacterias como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica, según reveló un estudio del Hospital Italiano de La Plata, institución que fue la primera en encender las alarmas y actualmente actúa como querellante en la causa.
Las autoridades sanitarias explicaron que, desde ahora, cualquier institución del sistema de salud que detecte un posible caso relacionado con fentanilo debe notificarlo de forma inmediata y detallada al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. También se establecieron protocolos para la detección temprana de brotes vinculados al uso de productos farmacéuticos contaminados.
Según el mismo comunicado, se considera “caso sospechoso” a cualquier paciente que haya recibido fentanilo (citrato) entre noviembre de 2024 y el 15 de mayo de 2025, y que luego haya desarrollado una enfermedad invasiva. La vigilancia ahora se centra en evitar que se sigan distribuyendo estos productos en el circuito médico y proteger a los pacientes que aún podrían estar en riesgo.