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Escándalo en puertas

Río Negro: las sombras que rodean al gobernador Weretilneck y su presunta relación con el narcotraficante Fred Machado

6 de Octubre de 2025

La política rionegrina atraviesa un tembladeral tras la difusión de un informe que apunta directamente al gobernador Alberto Weretilneck y a referentes libertarios cercanos al presidente Javier Milei, por presuntos vínculos con el narcoempresario Fred Machado, un nombre que aparece mencionado en causas internacionales por actividades relacionadas con el tráfico de drogas y el lavado de dinero.

Según la investigación difundida en las últimas horas, Machado habría financiado campañas políticas en la provincia e incluso facilitado vuelos en aeronaves de su entorno, que podrían haber sido utilizadas como pantalla para operaciones irregulares. A esto se suma un entramado de designaciones en organismos públicos que habrían beneficiado a personas cercanas a los intereses del empresario, alimentando las sospechas sobre una posible injerencia privada en estructuras del Estado provincial.

Desde el gobierno de Weretilneck, la respuesta fue inmediata pero defensiva: comunicados oficiales hablan de “operaciones de prensa” y remarcan que no existen pruebas judiciales concluyentes. Sin embargo, el argumento de la victimización mediática parece cada vez menos sólido frente a los datos que empiezan a acumularse en la órbita judicial.

La Justicia Federal ya estaría avanzando en la recolección de documentos bancarios, declaraciones de testigos y trazabilidad de los vuelos. Fuentes cercanas al expediente aseguran que no se descarta citar al propio gobernador para que declare en calidad de testigo —o incluso como imputado—, ante la gravedad de las acusaciones.

Mientras tanto, la oposición exige explicaciones inmediatas, acusando a Weretilneck de mantener un silencio “cómplice y conveniente”. “No se trata de rumores, sino de hechos que deben investigarse a fondo. Río Negro no puede ser refugio de empresarios con antecedentes oscuros”, advirtieron desde uno de los bloques legislativos provinciales.

El escándalo ya trascendió las fronteras rionegrinas, con repercusión en medios nacionales que ponen el foco en las alianzas entre el poder político y figuras de dudosa reputación económica. El caso, aún en etapa preliminar, amenaza con sacudir el tablero electoral en la provincia y forzar una redefinición de alianzas, incluso dentro del propio oficialismo.

En un contexto económico y social delicado, el gobernador Weretilneck enfrenta ahora un frente más peligroso: el de la credibilidad política. Y en tiempos donde la transparencia es bandera obligada, las sombras que lo rodean parecen demasiado densas como para ignorarlas.

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